El Aeroparque se convirtió en un hervidero de frustración y desorden por una medida de fuerza sorpresiva que desde la mañana del miércoles realizó el personal de la empresa Intercargo y que se disipó al caer la noche. Frente a la falta de respuestas por parte de las compañías aéreas afectadas y con una multitud cada vez más impaciente, agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) intentaron organizar la situación, mediante la implementación de un sistema de control para guiar a los pasajeros en una única fila que rodea la terminal.Según indicaron fuentes de PSA a LA NACION, se desconocía hasta cuándo va a durar el paro. “Lo que hicimos fue sacar a la gente que estaba en los aviones porque era un descontrol, gente a los gritos que pedía bajar”, relataron. Sin embargo, el intento de organización preció insuficiente: en el interior de Aeroparque, la situación era caótica, y los empleados de las aerolíneas, superados, no lograban contener las demandas de los viajeros. Los pasajeros, irritados, gritaban en busca de soluciones y, entre la confusión, se oían reclamos constantes: “¡Siempre lo mismo!”.Entre los afectados, varios casos reflejaron el impacto de esta paralización. Uno de ellos era el de…LA NACION