“Soy la quinta generación vinculada al agro. Mi tatarabuelo vino de Italia en 1894 y se asentó en Colonia Raquel, en el centro de Santa Fe. Luego mi bisabuelo, con hermanos y hermanas, compró campo en Colonia Tacurales, más al oeste, a 30 kilómetros de Sunchales y a 75 de Rafaela”, cuenta Leo Alloati, de 43 años, productor responsable de 400 hectáreas en esa zona.“Arrancaron haciendo agricultura -principalmente trigo- sobre lotes con suelos bastante overos, que van desde los salinos sódicos en los bajos hasta los de clase II y III en las mejores partes”, agrega. “Renegaron bastante con los cultivos porque el régimen de lluvias es muy variable en la zona: de 30 a 120mm según meses; por esa razón, fueron migrando a un modelo mixto con ganadería de carne. Y con el tiempo, la producción pecuaria fue la predominante, con la agricultura como actividad complementaria”, añade.“Luego siguió mi padre con el campo. Durante su gestión se introdujo la soja y el sorgo como agregados al trigo y lino tradicionales. Mientras, para incorporarme la empresa, estudié en el colegio agrotécnico, en el que me recibí en 1999, con la idea de seguir con las actividades de cría de vacunos…LA NACION